¿Por qué acelerar el modelo de movilidad limpia es indispensable para la ecología?
El Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático destacó en el 2019 una proyección en la que para poder evitar el calentamiento global por el aumento de 1.5 grados la temperatura, cifra que condenaría mucho de lo que ahora disfrutamos, para 2030 se deberían reducir en un 45% las emisiones de carbono netas.
Si seguimos por el camino de la explotación de los hidrocarburos, un fatal final ocurrirá. Sin embargo, es valioso reconocer que los esfuerzos para evitarlo y en su lugar, promover una movilidad limpia, son una realidad cada vez más alcanzable.
La Unión Europea menciona que en Europa, 25% de las emisiones de energía ocurren por el transporte, lo que le acuña una gran responsabilidad a la hora de cuidar la producción de Gases de Efecto Invernadero y la producción de combustible.
Dicha sociedad de países resalta que uno de los grandes enfoques para acelerar la transición de las energías con carbono a las energías limpias es invertir en la modernización y transformación del transporte; y a partir de 2018, se ha encargado de promover la movilidad limpia para lograrlo.
Una transición aún lenta
El cambio hacia las tecnologías limpias no es nuevo, desde antes del 2015 ya estaba en la agenda mundial. Tanta es su presencia que desde el Acuerdo de París en ese año, los miembros de la ONU han impulsado a países en desarrollo para luchar contra el cambio climático en diferentes trincheras, una de ellas es la de encaminar las inversiones de transporte a propuestas que no dependan de hidrocarburos.
América Latina se ha considerado como una región vulnerable ante los cambios climáticos, por lo que es imperativo que tome acciones concretas que le permitan obtener energías renovables y acceder a combustibles que contaminen menos; todo con el propósito de obtener beneficios ambientales, sociales, económicos y hasta sanitarios.
¿Qué hace México al respecto?
México en 2018 modificó leyes para cumplir con el Acuerdo de París, seguro del respaldo mundial y la tendencia que cada año se fortalece por disminuir emisiones de carbono. A su vez, ese mismo año el país aumentó 516% la inversión de energías limpias de acuerdo con fuentes oficiales.
Dicha inversión permite que empresas con nuevos modelos ofrezcan soluciones para conseguir una buena transición hacia la movilidad limpia.
Una de las fuertes propuestas para dar un paso firme hacia la movilidad limpia es la de disminuir al máximo el consumo de diésel y otros combustibles derivados de hidrocarburos; lo que puede resolverse con la transición del transporte público y el transporte pesado a flotillas de vehículos eléctricos o híbridos que equilibren su consumo de energía con opciones más renovables.
Afortunadamente, en los últimos años, en México la oferta de la energía limpia y los recursos para aprovecharla cada vez atraen a nuevas empresas que se comprometen a dicha dinámica.
Compañías como VEMO facilitan las transiciones a la movilidad limpia con tecnología, vehículos modernos y logística que busca aprovechar al máximo todos los valiosos recursos de cada negocio.
Un compromiso a corto plazo
La tarea de todos los ciudadanos del mundo será en el corto plazo acelerar dichas estrategias aportando desde la demanda de estas dinámicas, hasta la continua producción de soluciones limpias que ayuden a contrarrestar los cambios climáticos que siguen marcando un riesgo alto en nuestro ecosistema.